La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha subrayado la importancia de la vacunación frente a la COVID-19 para proteger a los niños, en especial, a quienes presentan factores de riesgo pero, matizan que la población pediátrica presenta por lo general cuadros menos graves que otros grupos de edad, aunque «hay casos en los que es especialmente importante inmunizar», explica en un comunicado publicado por la Organización Médica Colegial.
Así lo ha puesto de manifiesto el vicepresidente de AEPap, Pedro Gorrotxategi, esta martes a la espera de que este miércoles comience la campaña de inmunización frente a la Covid-19 en la población con edades entre los 5 y 11 años, una vez que las primeras dosis pediátricas han sido distribuidas por el ministerio de Sanidad.
«La mayoría de los niños y niñas pasan la infección por Covid-19 sin síntomas, o con tos, secreciones nasales, dolores musculares, dolor de garganta y, a veces, un par de días de fiebre. Sin embargo, en algunos casos, tienen que ingresar en el hospital y unos pocos acaban en cuidados intensivos. Este gran abanico de manifestaciones de la infección ha generado dudas en algunos padres, que preguntan sobre la conveniencia o no de vacunar», ha explicado.
Para ilustrarlo, el asesor del Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Ángel Hernández Merino, ha recogido datos de la Red Nacional de Vigilancia epidemiológica. «Los casos notificados durante toda la pandemia han sido 380 000 en menores de 10 años, de los que 3.400 han sido hospitalizados, 185 han ingresado en unidades de cuidados intensivos y han fallecido 17. Por tanto, el número de complicaciones es muy pequeño en comparación con las cifras de la población adulta pero como se puede comprobar, los niños no están exentos de sufrir formas graves de Covid-19», ha sostenido.
Por ello, este profesional ha recalcado que la vacunación en menores es «beneficioso» y especialmente para aquellos niños que padecen enfermedades neuromusculares, metabólicas, cardiorrespiratorias u oncológicas. Un colectivo que hasta el momento no podía vacunarse «porque no había vacuna aprobada para ellos pero ahora sí».
En cuanto a la previsión para los próximos meses, Ángel Hernández-Merino cree que la situación será similar al momento de vacunación de los adolescentes de 12 a 18 años, que descendió la incidencia en este franja de edad. Asimismo, la AEPap ha hecho un llamamiento a «intensificar los esfuerzos para llegar a los
adolescentes aún no vacunados».
Por último, la presidenta de la organización, Concepción Sánchez, ha insistido en la necesidad de vacunar en todos los países del mundo porque «será la única forma de acabar con la pandemia» y así se evitará la formación de nuevas variantes.
Sociedad Española de Inmunología
El pasado 25 de noviembre la Agencia Europea del Medicamento (EMA) autorizó el uso de la vacuna Comirnaty para niños de 5 a 11 años1 seguida de la Comisión de Salud Pública en España el 7 de diciembre2, que aprobó la incorporación de niños y niñas de estas edades a la estrategia de vacunación contra la COVID-19.
La vacuna autorizada Comirnaty (Pfizer-BioNTech) contiene mRNA codificante para la proteína S de la espícula del coronavirus, pero la dosis empleada en esta vacuna es un tercio (10 miligramos) de la que se emplea en niños mayores de 12 años y adultos (30 miligramos). La pauta de vacunación son dos dosis con un intervalo de 8 semanas (con el fin de conseguir una respuesta inmunitaria lo más eficaz posible).
La Sociedad Española de Inmunología quiere informar respecto a la vacunación infantil en esta franja de edad:
- La vacuna de RNA mensajero ha mostrado ser segura y eficaz; protege en más del 90% a los niños (5-11 años) de la infección sintomática por SARS-CoV-2, y los efectos secundarios detectados son muy leves.
- Los niños en esta franja de edad pueden infectarse del SARS-CoV2, pero la gran mayoría suelen hacerlo en menor medida3 con infección asintomática o muy leve. Se desconoce la razón de porqué los niños desarrollan cuadros más leves, aunque hay diversas teorías en evaluación (reacción cruzada con otros coronavirus, menos receptores para la entrada del virus, una mejor respuesta inmunitaria innata, etc.).
- De forma excepcional, también pueden desarrollarse formas graves de COVID-19 en esta franja de edad: a. En España ha habido niños que han requerido hospitalización (>3000 en planta y 188 en UCI) y, desgraciadamente 20 fallecimientos en niños menores de 10 años de un total de 87 810 muertes registradas en España desde que se inició la pandemia4, 5. b. Se ha observado también el síndrome inflamatorio multisistémico en niñ@s (PIMS o MIS-C) tras la infección por COVID, que requiere hospitalización urgente y tratamiento precoz con inmunoglobulina intravenosa, corticoides y vasopresores. c. Aunque aún hay pocos datos en niños, el COVID-19 puede dar lugar a síntomas durante largo tiempo (Long Covid) tales como cansancio, dolor de cabeza o problemas de concentración.
- Los niños con patologías (inmunodeficiencias, asma grave, en tratamientos inmunosupresor u oncológico), son un grupo de especial riesgo para el desarrollo de COVID-19 grave6. Consideramos que este grupo de niños más vulnerables deberían ser priorizados para recibir la vacuna, así como lo recomienda el Centro europeo para la prevención y control de enfermedad7.
- En cuanto a efectos adversos, los comunicados en el ensayo clínico8 eran leves y semejantes a los detectados en los adultos, tales como fiebre, cansancio y dolor de brazo. Actualmente además tenemos más información tras los millones de dosis en esta franja de edad inoculados tanto en USA como en Israel, no habiéndose detectado ningún caso de miocarditis (efecto adverso muy raro descrito en en adolescentes que recibieron la dosis completa).
- Recordar por último que la vacuna Comirnaty evita enfermedad grave, pero solo protege parcialmente de los contagios, aunque se ha descrito cierta disminución de la carga viral en adultos vacunados, por lo que es previsible que ocurra lo mismo en niños.
Desde la Sociedad Española de Inmunología queremos resaltar que la medida actualmente más eficaz para controlar la pandemia es extender la vacunación con dos dosis en adultos, manteniendo el orden de priorización utilizado hasta el momento (personal socio-sanitario, mayores de 60 años, inmunodeprimidos…), siendo fundamental que esta medida se realice tanto dentro como fuera de nuestro país para frenar el desarrollo de nuevas variantes
Dicho esto, en el contexto actual de aumento de transmisión comunitaria con predominancia de casos en niños y población joven y expansión de la variante ómicron con mayor contagiosidad, la inmunización en niños podría contribuir a incrementar de forma significativa el porcentaje de personas vacunadas, y a disminuir la transmisión del virus y a la aparición de nuevas variantes.