La vida comienza muchas veces. Como le ocurrió al Dr. Miguel de Lucio Delgado, médico colegiado en Burgos, que tras un accidente de tráfico frontal y estar 50 minutos sin oxígeno tuvo que reaprender a vivir. Por el daño cerebral tuvo que dejar de ser lo que más le gustaba: médico de emergencias, y ahora, estudia Psicología, camina, hace rehabilitación y acude a la biblioteca todos los días. Un camino difícil que ha hecho de la mano de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) recibiendo una de sus ayudas para personas con discapacidad.
Sábado. 30 de junio de 2018 a las 14:00h. el Dr. Miguel de Lucio Delgado, médico de emergencias en la UVI 112 de Medina de Pomar, en Burgos, iba a Bilbao en su coche. De pronto un coche conducía de frente hacia él e impactó contra su vehículo dejando una víctima mortal y al doctor atrapado e inconsciente. 50 minutos después era rescatado por su compañeros de emergencias e intubado.
“He dedicado toda mi vida a trabajar en emergencias, se lo que significa para un cerebro estar 50 minutos sin oxígeno. Cuando después le pedí a mis compañeros los informes tenía un 1 en la escala de coma de Glasgow”, cuenta para Médicos y Pacientes.
Cuatro hemorragias cerebrales, estrés postraumático, daño cerebral adquirido, traumatismo craneoencefálico severo, traumatismo de rótula derecha (70% perdido), fractura de cúbito y radio con placas y tornillos, traumatismo de tórax con varias costillas rotas, neumotórax y depresión mayor, a consecuencia del accidente. Fueron algunos de sus diagnósticos.
Fue operado de urgencia en el Hospital Universitario de Cruces de Bilbao. Primero quirófano, luego UCI, estancia en planta y, después, en varios centros de neurorrehabilitación y daño cerebral. Además, ha perdido el gusto y olfato para siempre. “El cerebro es el gran desconocido. Leo mucho sobre Neurología y hago estrategias cada día para poder mejorar”, afirma.
Después de todo lo vivido, relata: “Pensaban que mi cerebro no aguantaría y sobreviví, que no iba a volver a hablar, y hablé, y que no iba a volver a andar y ahora camino, conduzco, nado…”, cuenta el Dr. De Lucio quien explica que hace rehabilitación todos los días. Asimismo, va al gimnasio por la mañana, se baña en el mar y por las tardes va a la biblioteca a estudiar, en definitiva, vive.
“De la noche a la mañana aquello de ser médico se acabó y tuve que reinventarme”
El daño cerebral le dejó una pérdida de memoria grave. Hay 17 años de su vida que no recuerda. Por ello, le incapacitaron laboralmente y tiene un grado de discapacidad del 68%. “Dejar de ser médico es una de las cosas más duras que te pueden pasar en la vida. Es dejar el amor de mi vida: el amor por la Medicina”, cuenta.
“No hay medicación para lo mío y lo que tengo que intentar es tener activo el cerebro. Todos tenemos posibilidades sin haber sufrido un accidente de tener Alzheimer, demencia, Parkinson o alguna enfermedad neurológica. En mi caso tengo más posibilidades por haber sufrido en el cerebro las cicatrices de las cuatro hemorragias cerebrales”, explica el doctor que por ello se ha matriculado en la carrera de Psicología a distancia y va a comenzar a hacer el doctorado de Medicina.
“De la noche a la mañana aquello de ser médico se acabó y tuve que reinventarme. Pero gracias a la Fundación para la Protección Social de la OMC y a su ayuda, he podido mantener la vida que hoy sigo llevando”, explicó que tras el accidente Lola, técnica del Colegio de Médicos de Burgos, le gestionó las ayudas que la Fundación dispone para personas con discapacidad.
La FPSOMC, un faro de esperanza
Desde ese momento, “la FPSOMC se convirtió en un faro de esperanza para él y su familia”. Es una entidad que a lo largo de la historia ha marcado la diferencia en la vida de muchos médicos y sus familias que enfrentan situaciones de discapacidad como las del Dr. de Lucio. “He podido beneficiarme de una ayuda que nunca pensé que necesitaría”, dice.
La historia del Dr. Miguel de Lucio Delgado no es una más de las 3378 personas que han recibido alguna de las ayudas de dependencia y discapacidad que ha gestionado durante los últimos 10 años de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC). Es una historia de superación y de resiliencia para reinventarse tras un suceso trágico.
“En el momento del accidente yo tenía 45 años y tres hijos menores de 18 años y estaba divorciado. Por mi situación financiera, si no llega a ser por la FPSOMC y el Colegio de Médicos no solo no tenía para la educación de mis hijos, ni la universidad, sino casi ni para llegar a final de mes”, subraya.
Sus hijos, que ahora dos de ellos acaban de recibir la beca para mayores de 21 años y se encuentran estudiando Medicina, recibieron ayudas educacionales y él, como médico, la prestación por discapacidad. “Mis hijos aprenderán de por vida lo que significa la FPSOMC. El valor enorme que tiene la OMC con esta Fundación y lo que ha sido para el desarrollo de su propio futuro, sino no habrían podido estudiar”, pone en relieve el Dr. de Lucio para manifestar que “como médicos deben saber cómo pueden ayudar a otras personas no sólo a pacientes sino a sus propios compañeros”.
“Agradezco en el alma a la Fundación no por el tema económico sino para que vean mis hijos que lo que es la FPSOMC a la que van a pertenecer en su día cuando sean médicos colegiados y hagan esa aportación que prácticamente no es nada, pero la posibilidad de ayudar a gente que lo pueda necesitar es enorme”, señala.
La FPSOMC se nutre de las aportaciones voluntarias de los socios protectores, médicos de toda España que contribuyen solidariamente cada mes. “Una vez jubilado sigo aportando con la FPSOMC, ninguna profesión tiene lo que tenemos nosotros. La aportación es tan pequeña y la ayuda que das a otras personas es tan grande que yo lo he vivido en primera persona. Hay que dar valor a la FPSOMC y colegios de médicos”.
Protección a las personas con discapacidad de la #FamiliaMédica
Uno de los ejes de actuación desde la Fundación para la Protección Social de la OMC es proteger y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, para ello destinas todos los años ayudas y prestaciones dentro de del Catálogo de Protección Social. En 2023 cerca de 230 personas, como el Dr. de Lucio, se han beneficiado de estas ayudas. En 10 años se han gestionado 3378 prestaciones de dependencia y discapacidad.
La Fundación gracias a sus socios protectores, (aportación de 2 euros al mes*) protege y ayuda a los compañer@s y sus familias cuando lo necesitan, con especial cuidado a los colectivos más vulnerables como son las personas con discapacidad.
#tútambiénpuedescolaborar en https://www.socioprotector.es/