Burgos, 7 de marzo de 2024. El doctor y cronista de la ciudad de Burgos José Manuel López Gómez, recordó hoy en el Colegio de Médicos de Burgos a las mujeres que abrieron camino a las decenas de profesionales médicas que hoy ejercen en Burgos y en toda España. En concreto, a las pioneras de la Medicina burgalesa: a la primera burgalesa licenciada en Medicina: Felisa Martínez, y a la primera mujer médico en ejercer en el medio rural de la provincia, Justa Clara Rodríguez, además de otras.
‘Mujeres pioneras de la Medicina burgalesa’ es el título de la charla que dio esta tarde el pistoletazo de salida a los actos del 125 aniversario del Colegio de Médicos de Burgos. Enmarcada en los actos del Día Internacional de la Mujer, la conferencia reunió a profesionales de la Medicina y a vecinos de la ciudad interesados en la temática.
La vicesecretaria el Combu, Belén Angulo, fue la encargada de presentar esta charla que busca reconocer a las primeras mujeres en ejercer la profesión médica a comienzos del siglo pasado. “Comenzamos este 125 conociendo el legado de las mujeres pioneras en la medicina de nuestra provincia. Ellas, con su valentía y determinación, desafiaron las convenciones de su época y abrieron caminos en un mundo dominado por hombres, demostrando que el género no define las capacidades ni los límites del talento”, aseveró Ángulo.
Su historia se recoge en el libro ‘Mujeres Pioneras en la Medicina Española’, editado por el Consejo General de Colegios de Médicos de España, junto a la de más de un centenar de féminas que emprendieron un camino que ha abierto la senda a quienes hoy forman parte de consultorios, hospitales, gerencias y de las juntas directivas de los colegios de médicos de nuestro país.
La primera licenciada en medicina burgalesa
En concreto, Martínez Ruiz nació en 1902 en Miraveche (Burgos) e inició la carrera de Medicina en Valladolid en 1918 siendo la primera mujer burgalesa licenciada en Medicina en 1924. Se especializó en Ginecología y en Pediatría.
Fue el padre de Felisa, quien tras observar la inteligencia y tesón de su hija le animó a seguir estudios secundarios en el año 1912, y a matricularse posteriormente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid. Con unas notas sobresalientes, consiguió su título de licenciada en Medicina y Cirugía en 1924, siendo la única mujer de los cincuenta y cuatro licenciados de su promoción y la primera mujer licenciada en Medicina de Burgos.
Al terminar sus estudios “las opciones profesionales eran escasas, la más habitual, el ejercicio rural, era prácticamente incompatible con la condición femenina en ese momento; de hecho habrían de transcurrir 25 años más para que una mujer ocupase por primera vez un partido médico rural en Burgos.”
Así, Martínez Ruiz estuvo en la Residencia desde 1925 hasta 1936 y comenzó sus funciones como inspectora médica en 1928. Tenía bajo su tutela sanitaria a 600 niñas y niños de los tres cursos de preparatorio y las niñas de bachillerato y no solo se dedicó a la asistencia, sino que con los datos que fue recogiendo realizó varios estudios de epidemiología e higiene escolar.
La primera médica rural en Burgos
Por su parte, Justa Clara Rodríguez, será siempre recordada por ser la primera mujer médico en ejercer la Medicina Rural en Burgos. Salmantina de nacimiento, inició su actividad en la provincia en la localidad de Quintanavides siendo la primera profesional médica en ejercer en un pueblo burgalés.
Justa Clara nació en Salamanca el 10 de julio de 1919. Su padre, militar de profesión, había participado en la Guerra de Cuba, y su madre era maestra. Tras estudiar en el colegio Esclavas de la capital charra, culminó sus estudios en el año 1947, tras el parón que tuvo la Facultad de Medicina de su ciudad durante la Guerra Civil.
Fue en los años 50, cuando la salmantina recaló en la provincia de Burgos ejerciendo en la comarca de La Bureba. “Allí fue recibida por sorpresa y cierta hostilidad, puesto que los foráneos no estaban acostumbrados a contar sus problemas a una mujer”, destacó el ponente.
Años después, y tras pasar por la localidad de Anguix- donde conoció a su marido- ambos terminaron por desplazarse a la capital española. Ambos decidieron abrir una pequeña consulta en un barrio periférico. Al final decidieron mudarse a Colombia, e iniciaron una prolífica carrera en Cartagena de Indias, especializándose en Pediatría de comunidades desfavorecidas del país.
Dos vidas de película que hoy han centrado la atención del colectivo médico, y que derribaron barreras a quienes llegaron después.