Dos de cada tres consultas que realizan los psiquiatras de Burgos se corresponden con patologías asociadas a la depresión. La “epidemia” del siglo XXI afecta a cuatro millones de personas en España y a cientos de burgaleses lo que obliga a ahondar en las causas de una enfermedad que en el 70 por ciento de los casos llega a su fin “si se coge a tiempo, con la ayuda adecuada y con un entorno afectivo” que pueda ayudar al enfermo a superar el trance.
Hoy, 5 de octubre, es el Día Europeo de la Depresión. Una efeméride con la que se busca concienciar a las personas que padecen depresión que “se puede dejar de ver todo negro”. Así lo entienden los especialistas que alertan que, quien más, quien menos, puede padecer algún episodio relacionado con una enfermedad que ya ocupa buena parte de las consultas de los expertos de Psiquiatría de la provincia de Burgos.
Así lo explica el doctor Félix Martín Herguedas, que pone el foco en una “enfermedad que ya bien podría ser la epidemia del siglo XXI a tenor del aumento de diagnósticos en personas de todas las edades y clases sociales”. Una realidad que obliga a los profesionales la mirada en las personas ante “una proliferación de casos en los que es común una pérdida del ánimo y del interés condicionados por vivir en una sociedad cambiante con unos niveles de exigencia y de estrés mayores de los de hace décadas”.
Casos en la infancia
El psiquiatra del Hospital Universitario de Burgos reconoce que la depresión “afecta a cada vez más niños”. Algo que pone en alerta a los profesionales al encontrarse con menores que llegan con cuadros depresivos y ausencia de interés o ánimo por las labores cotidianas. “En ocasiones estos casos se corresponden con componentes genéticos o del entorno al carecer de afectividad en momentos clave de su vida”, añade.
En el caso de los adultos, la depresión aparece por la pérdida de vínculos afectivos o de rango social, o por la incapacidad por conseguir lo que la sociedad nos vende y no podemos conseguir. “Vivimos en sociedades en las que parece que no se puede estar triste, ni ser diferente o sufrir una pérdida”, apeló el facultativo, que entiende que parte de ese aumento de consultas se encuentra directamente relacionado con la llamada sociedad del éxito que genera personas infelices por no conseguir el éxito social.
30 por ciento crónicas
De todas las consultas que llegan a los profesionales de la Psiquiatría de Burgos, el 70 por ciento de los casos consiguen una mejoría en cuestión de meses con tratamiento farmacológico y con terapia. No sucede lo mismo en el 30 por ciento de los casos que se alargan en el tiempo para cronificarse.
“Son personas que se quedan estancadas en la enfermedad y que no superan del todo la depresión”, apostilla el doctor, que hace un llamamiento a la sociedad para que “al menor síntoma de enfermedad” se acuda de inmediato a los servicios profesionales que ofrece la Medicina.
“Hay que decir que estar triste o alegre forma parte de la vida y eso no es una depresión”, advierte Martín Herguedas, que sí que hace una llamada a los verdaderos síntomas de la depresión: perder el interés por el trabajo o asuntos cotidianos, olvidarse de estar con los amigos o la familia o no querer salir de casa. “Ante estos síntomas sí que hay que tomar medidas”, expresa.