El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ante algunos casos detectados de personal sanitario que no se ha inoculado la vacuna de la COVID-19 de manera voluntaria en apoyo a planteamientos negacionistas, expresa su total convencimiento de que la vacunación frente al virus SARS-Cov-2 es un ejercicio imprescindible de responsabilidad y solidaridad que está basado en la evidencia científica y que responde a los principios y normas del Código de Deontología Médica.
La corporación médica recuerda a los integrantes y partidarios de los movimientos negacionistas que estas acciones suponen un evidente riesgo para la salud individual y colectiva, y vulneran de manera clara la esencia de la propia profesión que debe de contribuir a generar confianza en las autoridades sanitarias y el conocimiento experto.
Entre los principios y objetivos del CGCOM está velar y trabajar para el mantenimiento de una correcta actitud y una buena praxis médica de todos los profesionales y que las críticas deben estar basadas en la evidencia y el conocimiento experto para no poner en riesgo la salud de todos.
Por ello, insiste de manera clara en que estas actuaciones, en un contexto de pandemia como el actual, pueden generar una importante alarma social y alentar de manera irresponsable a la desobediencia civil, además de ser contrarias a la evidencia científica. Es decir, supone un riesgo para la salud pública que, como se ha mencionado anteriormente, puede violar las normas deontológicas de la profesión (Informe Comisión Central de Deontología).
Ante la llegada de las vacunas, el pasado mes de enero, el CGCOM realizó una declaración en apoyo a la campaña de vacunación en la que se instaba a los profesionales sanitarios no solo a vacunarse sino a ostentar el liderazgo de la comunicación pública en este ámbito y ejercer con su ejemplaridad personal el mensaje.
Finalmente, el CGCOM insta encarecidamente a todos los profesionales sanitarios a vacunarse, puesto que son agentes de riesgo y transmisores de enfermedades y pueden incurrir en un supuesto de irresponsabilidad respecto a la Administración que puede ser reclamado por esta al profesional sanitario.