BURGOS, 11 de ABRIL 2018- El Colegio de Médicos de Burgos acogió esta tarde una jornada en la que, diferentes personalidades, pusieron de relieve el papel que durante los últimos cien años ha desarrollado la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial. Una “ong de médicos para médicos” que desde 1917 viene ayudando a cientos de médicos y a sus familias, y que supone un apoyo al que agarrarse en los momentos más complicados.
El acto estuvo presidido por la directora técnica de la Fundación, Nina Mielgo; además del presidente del Colegio de Médicos de Burgos, Joaquín Fernández de Valderrama, que recordaron las “muchas ayudas” que la fundación ha llevado a cabo en “los peores momentos, que se dan cuando un médico sufre una enfermedad o se produce un fallecimiento”.
“Un siglo de vidas contigo”, recordó el presidente del órgano colegial burgalés, es “el mejor lema” de una fundación que “siempre está pendiente de la salud de los médicos y de quienes están a su lado”. Así, agradeció a “las muchas personas” que trabajan en esa realidad y destacó la relevancia que mantiene desde su origen.
Unas semanas después de que la Fundación de Protección Social de la OMC clausurara su centenario en el Congreso de los Diputados, Burgos acogió una sesión informativa para los médicos de la provincia titulada ‘¿Dónde va el dinero que aporto a la Fundación para la Protección Social de la OMC?’ en la que se aportaron diferentes testimonios de burgaleses beneficiados por la fundación. Entre ellos, los de varias viudas de facultativos burgaleses que explicaron “lo mucho que les ayudó” la FPSOMC cuando sus maridos fallecieron y se encontraron “con niños pequeños y mucho desconocimiento”.
“Yo sabía que mi marido pagaba una cuota pero no tenía ni idea para qué servía”, destacó una de las beneficiaria que entiende que “sus hijos han podido estudiar, en parte gracias a esta ayuda económica”. El mismo agradecimiento, lo mostró otra burgalesa con discapacidad física quien, tras la muerte de su padre, “ha podido alcanzar cierta libertad” gracias a las ayudas de la fundación con las que ha acomodado su vivienda eliminando barreras físicas.
El turno de experiencias continuó con las ponencias del doctor Fernando Callejo Torre, del Servicio de Medicina Intensiva del HUBU, y de la doctora Felisa Lara Caballero, de la Gerencia Atención Primaria Burgos, que pusieron de manifiesto “la importancia” de una cuota “que no supone demasiado desembolso” y que sirve para poder ayudar a compañeros que caen enfermos o a las familias de los facultativos que fallecen.
En la actualidad, el mayor número de consultas de los médicos a la FPSOMC tiene que ver con solicitudes de ayuda a personas dependientes- bien sean médicos o sus familiares, y de otros problemas de salud como adicciones y enfermedad mental. “El envejecimiento es una realidad ante la que se ponen medios para poder atender a los beneficiarios de la Fundación”, explicó Mielgo, que ensalzó los 23,77 euros al trimestre que se aportan para que la “solidaridad” se mantenga.
El doctor Javier Domínguez Vallejo, presidente del Colegio de Médicos de Burgos desde 1982 hasta 2006- y una de las personas que mejor conoce la FPSOMC- explicó los orígenes de lo que en sus orígenes fue denominado “colegio de huérfanos de médicos” y “patronato de huérfanos de médicos” antes de que ambos se asociasen naciendo la fundación propiamente dicha en el año 1999. “Yo eso lo viví y lo último que se ha hecho ha sido reformar sus estatutos”, aseveró el ex presidente del Combu.
Domínguez recibió de manos de Fernández de Valderrama una medalla en reconocimiento “a su implicación y dedicación” como patrono de la fundación.
Cien años de ayuda
La FPSOMC ofrece en su Catálogo Anual de Prestaciones ayudas y servicios en materia asistencial, educacional, de conciliación de la vida personal y profesional, para la prevención, para la protección y promoción de la salud del médico, y para la promoción del empleo médico, entre otras.
Creada en el año 1917 para poder ayudar a los huérfanos de profesionales de la Medicina, se trata de una fundación única en España creada y sostenida por el colectivo médico gracias a las cuotas que trimestralmente aportan los médicos. Un sistema “solidario” que permite garantizar la protección de sus beneficiarios sin ninguna discriminación en todas las etapas de la vida y promover la ayuda mutua entre las personas, las generaciones y las comunidades objeto de su misión.
Una labor centenaria de ayuda al médico
Actualmente, cerca de 3.000 beneficiarios forman parte de la Fundación en toda España. Sólo en 2016 se produjeron 910 nuevas altas, sin contar con los casos de información, asesoramiento y valoración realizados desde el Servicio de Atención Social.
Su labor se articula a través de los Colegios Oficiales de Médicos de cada provincia y su actuación se centra en todas las necesidades que el médico pueda llegar a experimentar en materia de protección social. Para ello, propone líneas de ayudas y prestaciones en educación (destinadas a huérfanos de médico), discapacidad y dependencia, conciliación (teleasistencia domiciliaria, ayuda a domicilio, servicio de respiro, residencias de mayores, etc.) o prevención, protección y promoción de la salud del médico (PAIME), entre otros.
La Fundación para la Protección Social de la OMC nació en 1917, como respuesta a la situación de especial vulnerabilidad social en la que vivían por aquel entonces los médicos. Expuestos a enfermedades derivadas de su ejercicio profesional y a la mala salubridad general, en caso de enfermedad o fallecimiento su familia se veía desamparada ya que no existía un sistema público de protección social. A lo largo de estos cien años ha cambiado su forma de abordar esta problemática, evolucionando en la cantidad y calidad de recursos que ponen a disposición de sus beneficiarios, de forma complementaria al actual sistema público, pero no su espíritu