El Dr José María Trejo Gabriel y Galán, médico especialista en Neurología y hasta hace pocos meses jefe de la Unidad de Neurología del HUBU, aseveró hoy en Burgos que “el tiempo de reacción” de un paciente cuando le está dando un ictus “resulta clave” en las secuelas que dejan este tipo de accidentes en las cerca de 400 personas que lo sufren al año en la provincia de Burgos.
El facultativo impartió esta tarde en el salón de actos del Colegio de Médicos de Burgos la charla titulada ‘Ictus’, enmarcada, dentro del Ciclo Charlas Divulgativas de Salud, que reúne cada mes en el Colegio de Médicos de Burgos a destacados profesionales de la Medicina para abordar distintas cuestiones relacionadas con la salud, en un foro abierto a la ciudadanía. En la misma participó el delegado de la Junta de Castilla y León, Roberto Sáiz, que dio la bienvenida, junto al resto de autoridades de la Junta Directiva a una nueva sesión de un ciclo que ya cuenta con exitosas ediciones.
En esta ocasión, el prestigioso neurólogo abordó todos los pasos que se dan antes, durante y después de que a una persona le de un ictus, tratando de acercar al numeroso público asistente, las pautas de prevención, de tratamiento y de realidad que conlleva este accidente cardiovascular que “debuta por su brusquedad de síntomas”.
Con todo, si una persona siente un adormecimiento o debilidad repentina en la cara, el brazo o una pierna, confusión repentina, dificultad para hablar o para entender, así como algún tipo de mareo, pérdida de equilibrio o coordinación, o pérdida de visión “tiene que alertarse”. “Un ictus debuta por su brusquedad y acudir de urgencia puede hacer que las secuelas sean menores”, avisó el facultativo durante su discurso.
La vida después de un ictus
Una vez desarrollado, un ictus “siempre te cambia la vida”, explicó el facultativo, que durante sus años en activo ha visto como a muchos de sus pacientes les ha cambiado la vida teniendo que aprender a caminar de nuevo o a hablar a consecuencia de su aparición. “Una vez que pasa, hay que aprender a vivir con ello y a asimilar esa nueva vida, que no siempre es facil”, agregó.
La rapidez de actuación y la edad del paciente, además de la suerte, condicionan en muchos casos la recuperación del paciente. “Por suerte son muchas las personas que aprenden a vivir y que se recuperan”, indicó Trejo, que agradeció el trabajo que desempeñan en Burgos asociaciones como ADACEBUR, que apoyan desde el minuto uno a las familias y a los pacientes afectados.
Precisamente, ellos también estuvieron hoy presentes en esta charla que busca reunir a profesionales de la Medicina y a pacientes, y o ciudadanos interesados.
“Es muy importante el apoyo psicológico porque el paciente de ictus se enfrenta casi siempre a una nueva vida”, incidió el doctor que recomendó unos hábitos de vida saludables, ejercicio y dieta equilibrada como principales métodos preventivos frente al ictus.
Impulsado desde la Vocalía de Médicos Jubilados, el ciclo cuenta con otras cuatro sesiones que se llevarán a cabo hasta el mes de mayo, y en las que distintos facultativos abordarán temáticas como insuficiencia renal, envejecimiento saludable, abuso de ansiolíticos, osteoporosis y artrosis, entre otros.